12.11.2006

El bien contra el mal


En algún momento de nuestras vidas hemos de elegir entre dos caminos muy distintos, el camino del bien o el camino del mal. Las dos sendas son atractivas, tienen muchos puntos fuertes, muchas ventajas, pero la elección de una de ellas significa la pérdida de ciertos privilegios que en ciertos casos cuestan un alto precio.

Desde pequeños nuestros padres nos inculcan el deber al bien, como dijo la Virgen "Hay que ser buenos", pero la senda de la vida nos lleva por rutas insoldables y a veces nos desviamos del camino tomado y pisamos sin querer la otra senda, la contraria.


Personalmente prefiero no escoger ningún camino, me gusta andar por el filo de la navaja, aprovecharme de las ventajas de cada una de las sendas. Los buenos dirán que soy malo, los malos que soy bueno pero que queréis que os diga, se vive bien entre esos dos caminos, por la ruta del medio se aprenden muchas cosas, aunque haya que dejar algunos restos de ti para que no te pesen tanto.

Os preguntareis el motivo por el cual escribo estas lineas, pues no lo se. Debe ser que desde hace meses ya nadie me considera bueno y los malos no me quieren en su club, por lo tanto estaré en tierra de nadie hasta que alguno de los dos lados me venga a buscar o hasta que me canse de esperar y me eche a andar.

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