10.17.2006

Si ¿y qué?

Una de las cosas que he aprendido en este fin de semana largo por España adelante ha sido que las cosas no tienen tanta importancia como se cree. Tienen la importancia que nosotros les damos, solo eso, ni más ni menos. Los problemas no son nada, no tienen interés, ni para uno mismo ni para los demás. Al resto del mundo le da igual si vienes o si vas, si te duele o si no. El dolor es de cada uno nada más, si te duele, pero como no me duele a mi me da por culo.

Las adicciones son tema similar, un poco más tirante en el aspecto de la salud pero un tema vano al final. No se puede comparar con el hambre en el mundo ni con las guerras ni tan siquiera con la situación social y monetaria. SI soy adicto, que más dará. El dolor hay que cortarlo de alguna forma y sobre todo hay que cortarlo cuando no hay ganas de pasar más dolor del necesario. Por ello ahora los calmantes son mis mejores amigos. Ni preguntan como estoy, ni se enfadan y si no aparezco ni me llaman ni me recriminan nada. Son como yo, libres al fin de ese peso que me aplastaba el pecho y el alma, que no me dejaba vivir ni hacer casi nada. Ahora soy una persona seminueva que no quiere ni hablar de sentimientos ni corazones ni nada parecido. Alguien a que el cariño o la cercanía le están empezando a dar bastante igual.

PD: Nunca le aposteis 20 €a un tullido por muy difícil que parezca la apuesta. Nos veremos en el infierno. Yo allí estaré.

1 comentario:

Unknown dijo...

Siempre habrá alguien empátic@ a tu alrededor que le jodan tus problemas tanto o más que a ti... creeme :S
Deja los calmantes y haz amigos, que los dolores de corazón se calman mucho mejor con los segundos ;)

besiños.