Aquella noche veia mi cometido como algo inutil. Mi vista solo alcanzaba a ver el rojo de las hogueras en la puerta de las chabolas. Niños sucios correteando unos detrás de otros viendo como algunos aviones por encima del poblado siguen su recorrido hacia algún lugar alejado de toda esa miseria. Seguramente esos niños soñarian de noche con viajar en esos aviones, que los conducen a sitios mejores, a lugares lejos de alli, lejos de su vida.
Tiempo despues en esta noche oscura solo iluminada por el timido resplandor de algo que me rodea me acuerdo de aquel poblado, de aquella ciudad de luces ténues, de gritos, de canciones de tristeza. Es ahora cuando escuchando esta canción añoro aquella vida, odiada entonces por lo que representaba y alabada ahora por la falta que me hace. Algún día volveré, pero será para no volver jamás.
1 comentario:
No debe ser muy bonito vivir en medio de la marginalidad ni en un poblado así, pero los gitanos tampoco son tan malas personas, los prejuicios de los payos son los que consiguen verlos así.
Si algo bueno te aportó vivir entre marginalidad, aprovechalo como experiencia personal. Hay que verle el lado bueno a todo :)
Besiños.
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