11.14.2006

- Has vuelto. ¿Por qué?

- Supongo que lo echaba en falta.

- ¿Tan mal te trata la vida?

- No es que me trate mal, creo que ya no me trata.

- Lo que haces no es bueno ¿sabes? Acabarás mal como sigas en esta línea. Esto no es para ti.

- No se si es para mi o no, pero a veces me pregunto si habrá alguna cosa para mi. Por lo menos aquí me siento a gusto con el mundo. Esto es muy parecido a un hogar.

- Aunque te sientas bien aquí debe haber fuera alguien que espera a que vuelvas cada día.

- Si quieres que sea sincero cada vez me importa menos. Mi casa ya no es mi casa. Pero por ahora no puedo cambiar, aun es pronto, tengo que aguantar algo más.

- ¿Si un día no dieras llegado alguien se preocuparía o se daría cuenta?

- No lo creo.

- Cuanto más tiempo pasa te veo más desarraigado de la vida, parece que quieres encontrarte con la muerte, eso es la impresión que me da tu comportamiento.

- No quiero morir, pero tampoco le tengo miedo. No debe estar tan mal cuando nadie ha vuelto quejándose del trato del otro lado.

- Esa mentalidad, a veces das miedo.

- Desgraciadamente tú no eres la única persona que piensa eso.

- Es la hora, tenemos que irnos.

- Estoy listo.